El abandono de sus usuarios menos activos es la mayor
preocupación de la compañía. El 25% de los abonados nunca ha escrito un mensaje
y un 10% no sigue a nadie
Es de lo que más se mira, la segunda red social tras
Facebook, pero Twitter no fideliza. Sus 250 millones de usuarios no son
adictos. El 25% de su abonados nunca ha escrito un mensaje, uno de cada diez no
sigue a nadie y seis de cada 100 no tienen seguidores.
Twitter cumplió la pasada semana su octavo aniversario, pero
su crecimiento presenta demasiadas dudas para un servicio que, como Facebook,
debería estar en plena efervescencia. Sin embargo, el Deutsche Bank, en un informe
dirigido a potenciales inversores, recomienda comprar porque estima que. aunque
la acción ronda los 50 dólares (36,3 euros), su precio objetivo es de 65
dólares (47,2 euros).
Entre los motivos que da el banco para adquirir acciones del
invento de Ev Williams y Jack Dorsey se encuentran su popularidad (255 millones
de usuarios mensuales activos en el primer trimestre de 2014) y que el 70% de
las conexiones son desde el móvil, donde consigue el 80% de los ingresos, en
eso por delante de Facebook.
El análisis de sus puntos fuertes se basan en una encuesta a
1.100 usuarios divididos en tres grupos, los activos, los que abandonaron y los
que, directamente, no tienen perfil. El 75% de los consultados son mujeres. Las
edades van entre los 18 y más de 60 años. Los tramos objeto de estudio abarcan
los 19-29 años, 30-44, 45-60 y más de 60.
Del informe se desprende que los que abandonan son la gran
prioridad para Twitter: “Tienen que hacer un plan para que los que abandonaron
vuelvan, pero la mayoría de las mejoras se centran en subir el engagement (la
unión con el usuario) —las sesiones de la mayoría son de menos de cinco
minutos—, pero no en aumentar el número de activo mensuales”.
El 82% de los abandonos se justifica porque encontraron otra
forma de llegar a la misma información. Le siguen afirmaciones como “no me
resulta práctico”, “hay demasiados tuits y no sé como filtrarlos”, “me di de
alta y me olvidé” o “no encuentro a nadie que conozca, ni amigos, ni
familiares”.
Mauro Fuentes, director de la agencia de medios Ogilvy
Social, no lo ve como un gran problema y añade un matiz: “Estos datos no son
tan alarmantes porque muchas de esas cuentas ahora inactivas fueron abiertas
cuando Twitter no era tan popular y se abandonaron por desconocimiento, muchos
volvieron, pero creando cuentas nuevas”.
Francesc Grau, consultor de comunicación y autor de Twitter
en una semana, cree que la aplicación vive una paradoja compleja: “Ofrece el
servicio único de poner en contacto a millones de personas en el mundo al mismo
tiempo solo con mandar mensajes gratuitos de texto mientras costea unos gastos
enormes de infraestructuras para conseguirlo”.
Las noticias son el gran motor para atraer público a
Twitter. El 51% de los consultados entra para consultar la actualidad; el 36%
para descubrir un artículo o contenido interesante. Lo siguiente, estar en
contacto con los amigos. Esto último, que en Facebook es prioritario, da la
razón a los que ven Twitter como un medio de difusión más que una red social en
sí.
“Seas una persona buscando información, una marca buscando
comunicación con sus consumidores o una sociedad entera buscando expresarse,
Twitter es ese teatro donde no puedes plantearte dejar de estar, con un nivel
de eficiencia comunicativa y de relación esfuerzo-resultados insuperable”,
señala Enrique Dans, profesor en el Instituto de Empresa y un pionero en el
servicio, valora su capacidad para crear un ecosistema.
Los ingresos de Twitter en el primer trimestre de este año
fueron de 10,1 millones de euros. En el último de 2013 se quedaron en 6,5
millones. Pero preocupa los datos de su audiencia, solo creció un 3,3%, pero el
tiempo que pasa la gente en la cuenta cae un 7%. A finales de 2013 el 32,5% de
los perfiles en esta red social estaban inactivos y no habían tuiteado nada
desde hacía al menos un año, según un estudio realizado en Estados Unidos.
“Debe demostrar si es una herramienta útil para vender o
generar registros”, dice Ana Aldea, consultora de estrategia social. “Destaca
por la generación de tráfico para los medios de comunicación que, en la medida
que aumente la penetración, será cada vez más importante, y por la exportación
del modelo de anuncios”.
El televisor se ha convertido en un gran valor para Twitter.
No solo es común ver hashtags para incentivar la conversación en antena, sino
que es el mejor medio de promoción para los que abandonaron o no se han dado de
alta aún en el servicio. Entre los no usuarios, el 30% se plantea usarlo
gracias al gancho de la televisión.
“Las perspectivas de futuro son brillantes”, concluye Dans.
“Sus usuarios lo adoran, no muestra síntomas especialmente preocupantes de
agotamiento, y tiene buenas posibilidades de seguir añadir sectores adicionales
de público”.
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